Lo cierto es que, la fibromialgia es una enfermedad crónica, que se caracteriza por la presencia de dolor musculoesquelético generalizado, y sensación dolorosa a la presión de una serie de puntos dolorosos específicos que nos ayudan a su diagnóstico. Es una anomalía en la percepción del dolor, de manera que se perciben como dolorosos, estímulos que habitualmente no lo son.
Además de dolor, la fibromialgia puede ocasionar rigidez generalizada, fatiga, cansancio, alteraciones del sueño, problemas de concentración y memoria, parestesias, sensación de hinchazón y quemazón, problemas gástricos, dolores de cabeza tensionales, contracturas musculares, ansiedad y depresión.
Diversas series internacionales refieren que la fibromialgia afecta del 0.5 al 5.8% de la población mundial y que hay mayor incidencia en mujeres, siendo la relación 1:9, presentándose generalmente entre los 25 y 50 años.