APRENDIENDO A ENVEJECER… ENVEJECIMIENTO SALUDABLE

Aún hoy en día, se continua con la idea arraigada de que envejecer implica pasividad y dependencia, sin embargo, los paradigmas de envejecimiento activo y saludable intentan cambiar la visión actual por otra que valore las contribuciones de la gente mayor, centrándose en la autonomía, bienestar y vinculación de las personas mayores.

En México, el proceso de envejecimiento se ha dado de manera gradual; en el 2015 existían 13.4 millones de adultos mayores y para el 2050 el Consejo Nacional de Población pronostica que el 30% (27.7 millones) de la población tendrán más de 60 años.

Es así que el envejecimiento saludable se define como el proceso de fomentar y mantener la capacidad funcional que permite el bienestar en la vejez; optimizando la salud física, mental y social que permiten al adulto mayor participar activamente en la sociedad.

Con este nuevo concepto, envejecer de manera saludable no significa envejecer sin enfermedades; significa ser capaz de hacer durante el máximo tiempo posible las cosas a las que damos valor.

Como nos sintamos a medida que envejezcamos va a depender de varios factores; el lograr envejecer bien tiene relación hasta un 75% con nuestros hábitos y con las oportunidades que nos brinde nuestro entorno social. Sin importar cuándo empecemos, un estilo de vida saludable puede marcar la diferencia en cuanto a cómo nos sintamos y lo que podemos hacer. Esto se puede conseguir tomando en cuenta los siguientes aspectos:

Participación y soporte social:

Las personas que se implican activamente en la vida y que tienen relaciones sociales son más felices, tienen mejor estado de salud mental y físico y más capacidad para afrontar los cambios y las crisis vitales.

 

Las relaciones interpersonales comprenden el contacto con otras personas, es decir el intercambio de información, soporte emocional y asistencia directa.  

La participación activa puede toma varias formas, lo importante el valor social, tanto si es remunerada o no. Por ejemplo, ser voluntario en una iglesia, cuidar a los miembros más pequeños de la familia, o realizar artesanías y venderlas.

Actividad física:

Se asocia a una mejora y alargamiento de la calidad de vida, tiene un papel importante en el mantenimiento de la salud y la funcionalidad.  La actividad física puede ser cualquier actividad, desde caminar, trabajar en el jardín o hacer ejercicio.

Nutrición:

 La gente mayor tiene necesidades nutricionales específicas, requieren menos calorías, pero más nutrientes para promover y proteger su salud y contribuir a su independencia, autoeficacia y calidad de vida.

Salud mental:

 Los principales problemas de salud mental que afectan a los adultos mayores son depresión, ansiedad, demencia, esquizofrenia y trastornos bipolares, por lo cual es importante proteger la salud emocional manteniendo el contacto con amigos, familiares y la comunidad. Las personas que se sienten conectadas con otras tienen más probabilidades de prosperar que aquellas que no lo hacen, además es importante tomar un tiempo específico al día para relajarse y hacer actividades placenteras.

Funcionamiento intelectual:

Para proteger o mejorar la memoria y agudeza mental, se debe mantener el cerebro activo y estimulado; esto se logra aprendiendo o haciendo algo nuevo y diferente.

Es así que, envejecer activamente significa “Vivir con vitalidad”, manteniendo hábitos saludables, optimizando nuestro funcionamiento físico, cognitivo y emocional y participando activamente en nuestra familia y nuestro entorno social. Por lo tanto, el objetivo del envejecimiento saludable seria dar la mejor vida posible a los años que le quedan a cada persona.

En este sentido el mundo del adulto mayor debe ser considerado como un periodo normal del ciclo vital, con fortalezas y debilidades, con tareas propias y oportunidades en las que se puede disfrutar de bienestar y satisfacción.

 

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